Hace meses venimos siendo bombardeados en los distintos medios de comunicación, por la presencia de políticos de todos los partidos y colores.
En primer lugar en las elecciones internas, con el Partido Nacional en el cual se pasaron toda la campaña tanto Lacalle como Larrañaga si debatían o no ante la negativa del primero y la insistencia del segundo en llegar al debate. Por otro lado, en el Frente Amplio, toda la campaña discutiendo que si Mujica tenía o no la capacidad de aspirar a la Presidencia y que Astori no tenía el carisma necesario para tal cargo. Finalmente, como vieja costumbre uruguaya después de idas y venidas, para alegría de la mayoria de los ciudadanos comunes y para darle un final feliz al cuento, se pusieron de acuerdo blancos y frenteamplistas, y conformaron sus respectivas formulas presidenciables (si no hubieran habido elecciones internas era lo mismo).
Ahora, en plena campaña electoral de cara a octubre, hace una semana estamos discutiendo y viendo en los distintos medios, hablar y discutir sobre la jubilación del Sr. Luis Alberto Lacalle.
En vez de poner sobre la mesa temas y propuestas importantes y trascendentales para el futuro de todos nosotros, como política económica, internacional, de seguridad pública, política en materia educativa, etc, etc, estamos hablando hace días de la jubilación de un ex-presidente y si se debería debatir o no.
Por favor, si ese es el nivel de esta campaña electoral, que las elecciones sean mañana. Y en gran medida este nivel mediocre y chato de esta campaña se debe fundamentalmente a los candidatos, que son los principales responsables de llevar adelante esta campaña con esta mediocridad y liviandad tan llamativa.
Y sabe que es lo peor de todo esto, que todavía quedan 60 días de sufrimiento, y la posibilidad de 30 más.
Y bueno, es como dice un conocido periodista deportivo: "ES LO QUE HAY VALOR".
En primer lugar en las elecciones internas, con el Partido Nacional en el cual se pasaron toda la campaña tanto Lacalle como Larrañaga si debatían o no ante la negativa del primero y la insistencia del segundo en llegar al debate. Por otro lado, en el Frente Amplio, toda la campaña discutiendo que si Mujica tenía o no la capacidad de aspirar a la Presidencia y que Astori no tenía el carisma necesario para tal cargo. Finalmente, como vieja costumbre uruguaya después de idas y venidas, para alegría de la mayoria de los ciudadanos comunes y para darle un final feliz al cuento, se pusieron de acuerdo blancos y frenteamplistas, y conformaron sus respectivas formulas presidenciables (si no hubieran habido elecciones internas era lo mismo).
Ahora, en plena campaña electoral de cara a octubre, hace una semana estamos discutiendo y viendo en los distintos medios, hablar y discutir sobre la jubilación del Sr. Luis Alberto Lacalle.
En vez de poner sobre la mesa temas y propuestas importantes y trascendentales para el futuro de todos nosotros, como política económica, internacional, de seguridad pública, política en materia educativa, etc, etc, estamos hablando hace días de la jubilación de un ex-presidente y si se debería debatir o no.
Por favor, si ese es el nivel de esta campaña electoral, que las elecciones sean mañana. Y en gran medida este nivel mediocre y chato de esta campaña se debe fundamentalmente a los candidatos, que son los principales responsables de llevar adelante esta campaña con esta mediocridad y liviandad tan llamativa.
Y sabe que es lo peor de todo esto, que todavía quedan 60 días de sufrimiento, y la posibilidad de 30 más.
Y bueno, es como dice un conocido periodista deportivo: "ES LO QUE HAY VALOR".
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